Cirugía de oído

Diagnósticos que la requieren

¿Cuáles son los principales problemas de oído que requieren cirugía como tratamiento?

Existen diversas afecciones del oído que, debido a su complejidad o impacto en la salud auditiva, requieren tratamiento quirúrgico. Uno de los problemas más comunes es la perforación del tímpano, que puede ser causada por infecciones crónicas, traumatismos o cambios bruscos de presión. Esta afección se trata mediante una timpanoplastía, un procedimiento que repara el tímpano y ayuda a restaurar la audición, además de prevenir infecciones recurrentes. Otro problema frecuente es la otitis media crónica con efusión, caracterizada por la acumulación persistente de líquido en el oído medio, lo que se resuelve con una miringotomía y la colocación de tubos de ventilación para drenar el líquido y mejorar la audición.

Entre los problemas más graves está el colesteatoma, un crecimiento anómalo de tejido en el oído medio que puede dañar estructuras cercanas si no se extirpa quirúrgicamente. La otosclerosis, que causa rigidez en los huesecillos del oído medio, también requiere cirugía, como la estapedectomía, para reemplazar el estribo y mejorar la transmisión del sonido. Además, condiciones como la mastoiditis crónica (infección en el hueso mastoideo) pueden tratarse con una mastoidectomía.

Perforación de tímpano

La perforación del tímpano ocurre cuando la membrana timpánica, que separa el oído externo del oído medio, sufre una ruptura o desgarro. Esto puede deberse a diversas causas. Una de las más comunes es una infección en el oído medio, como la otitis media, que genera acumulación de líquido o pus y aumenta la presión en el tímpano hasta provocar su ruptura. Los traumatismos directos, como insertar objetos en el canal auditivo (hisopos o ganchos), también son una causa frecuente, especialmente en niños. Conozca más de su tratamiento.

Otitis media crónica

La otitis media crónica es una inflamación persistente del oído medio que dura más de tres meses y suele estar asociada con infecciones recurrentes o no tratadas adecuadamente. Esta condición puede provocar perforaciones en el tímpano, acumulación de líquido en el oído medio y daño progresivo en las estructuras auditivas, afectando la capacidad de oír y el equilibrio. Es más común en personas con antecedentes de infecciones de oído frecuentes, problemas en la trompa de Eustaquio o condiciones como alergias crónicas.

Los síntomas más comunes incluyen secreción persistente por el oído (otorrea), a menudo sin dolor, y pérdida de audición debido a la acumulación de líquido o daño en el tímpano. También pueden presentarse sensación de presión en el oído, zumbidos (tinnitus) y, en algunos casos, mareos o problemas de equilibrio si la infección se extiende a estructuras cercanas. La ausencia de fiebre o dolor intenso en la mayoría de los casos puede hacer que esta condición pase desapercibida por períodos prolongados, lo que aumenta el riesgo de complicaciones como el colesteatoma o la pérdida auditiva permanente. Un diagnóstico y tratamiento oportunos son esenciales para evitar daños irreversibles.