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Existen diversas afecciones de la garganta que, debido a su gravedad o recurrencia, requieren intervención quirúrgica. Uno de los problemas más comunes es la amigdalitis crónica o recurrente, en la que las amígdalas se inflaman de manera persistente, provocando infecciones frecuentes, dificultad para tragar y malestar general. En estos casos, se realiza una amigdalectomía, que consiste en la extracción de las amígdalas para prevenir futuras infecciones y mejorar la calidad de vida del paciente. Otro problema importante es la apnea obstructiva del sueño, causada por la obstrucción de las vías respiratorias superiores debido a tejidos redundantes en la garganta, como el paladar blando o las amígdalas. La cirugía, como la uvulopalatofaringoplastía (UPFP), es una opción para abrir las vías respiratorias y mejorar la respiración durante el sueño.
Además, los nódulos, pólipos o tumores en las cuerdas vocales pueden requerir cirugía, como la microcirugía de laringe, para extirpar estas lesiones y preservar la función vocal. También, condiciones como la adenoiditis crónica en niños, que afecta las adenoides causando obstrucción nasal, infecciones recurrentes y problemas respiratorios, se resuelven mediante una adenoidectomía. Cirugía de garganta
Es una inflamación persistente de las amígdalas, generalmente causada por infecciones bacterianas recurrentes, como las provocadas por el estreptococo. Se caracteriza por episodios frecuentes de dolor de garganta, mal aliento, dificultad para tragar y la presencia de pus en la zona. Cuando los episodios son recurrentes y no responden al tratamiento médico, puede ser necesario realizar una amigdalectomía, que consiste en la extirpación quirúrgica de las amígdalas para resolver el problema de manera definitiva. Cirugía de garganta.
La apnea obstructiva del sueño (AOS) es un trastorno caracterizado por pausas repetidas en la respiración durante el sueño, causadas por una obstrucción parcial o total de las vías respiratorias superiores. Estas pausas, conocidas como apneas, pueden durar desde unos pocos segundos hasta más de un minuto, y generalmente terminan con un despertar breve que interrumpe el sueño. La obstrucción suele ocurrir cuando los músculos de la garganta se relajan excesivamente, el tejido blando colapsa o existen factores como amígdalas agrandadas, obesidad o anormalidades estructurales que estrechan las vías respiratorias.
Las personas con apnea obstructiva del sueño a menudo presentan síntomas como ronquidos fuertes, somnolencia diurna excesiva, dificultad para concentrarse, dolores de cabeza matutinos y sensación de sueño no reparador. Si no se trata, esta condición puede aumentar el riesgo de hipertensión, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y otros problemas graves de salud. El tratamiento incluye opciones como dispositivos de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP), cambios en el estilo de vida, y en casos más severos, cirugía como la uvulopalatofaringoplastía (UPFP) o procedimientos más avanzados para abrir las vías respiratorias y mejorar la calidad del sueño.
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